Llevo dedicada a la política local lo suficiente como para saber que casi todos los vecinos pasan por dificultades de algún tipo. El trato es tan cercano que muchas veces puedes ponerles nombre a dichos problemas y los acabas acogiendo como tuyos.
Marzo del 2020 marcó para mí un antes y un después, pues fue cuando me di cuenta de que dedicarte a la política de tu pueblo es comprometerte con los problemas de tus vecinos más allá de la posición política concreta que tengas en cada momento.
Recordando la lucha del día a día durante los inicios de la pandemia, y desde la visión que otorga haber estado en diversos equipos de gobierno municipales, he llegado a la conclusión de que, sin duda, no hay nada mejor que dedicar tu tiempo y tu esfuerzo a los vecinos de tu pueblo, donde están tus raíces y la gente que más aprecias.
Sin embargo, también he podido observar lo poco que valen las buenas intenciones si no van acompañadas de la capacidad para llevarlas a cabo, es decir, ser lo suficientemente competente.
Lejos de las buenas palabras y los reportajes propagandísticos del actual Equipo de Gobierno,anunciado mejoras por doquier, la realidad es que durante la pandemia los servicios municipales más básicos y necesarios, cómo el Registro o la Recaudación no han atendido a los vecinos como se merecen. Obtener un simple certificado de empadronamiento o una copia del recibo del IBI ha resultado una odisea durante demasiadas semanas.
La falta de ideas, visión de futuro, proyecto común y capacidad organizativa por parte de los responsables que forman actualmente el Equipo de Gobierno, están convirtiendo esta legislatura en un periodo oscuro en el que poco o nada han mejorado en los servicios públicos municipales, resultando los vecinos, una vez más, los principales perjudicados.
Tenemos una administración apática y desordenada donde están desapareciendo cada día servicios de gran importancia para los vecinos, como por ejemplo la enseñanza para personas mayores. Tampoco se convocan órganos vitales cómo el Consejo Local de Infancia y Adolescencia, un órgano donde se ponen en común casos que requieren de coordinación entre varias administraciones, llegando, la mayoría de las veces, donde la administración local no llega. En los 7 colegios públicos de Algete, cuyo mantenimiento depende del Ayuntamiento, en este pasado año no se ha realizado prácticamente ninguna de las actuaciones más necesitadas, pese a contar con presupuesto para acometer al menos varias de ellas.
La infancia está abandonada, la juventud no puede ni siquiera asistir a la Casa de la Juventud porque el puente que da acceso al edificio lleva meses fuera de servicio sin que nadie tome medidas para repararlo, y así sucesivamente.
Lo peor es que previsiblemente, y en honor al amor a la poltrona y el cargo, esta atonía e incompetencia se va a prolongar hasta las elecciones de mayo del 2023, dentro de casi año y medio.
La administración debe estar al servicio de los vecinos, y no al revés. Un equipo de gobierno competente debe luchar cada día por mejorar la calidad de los servicios públicos. Donde no sobran los medios siempre se puede mejorar la organización.