Recientemente, el actual Equipo de Gobierno, ha dado forma a lo que serán las últimas fiestas de Algete de la legislatura, a celebrar en septiembre.
Tenemos importantes diferencias con su organización y las queremos compartir con los vecinos, para poner de manifiesto que hay mejores formas de gobernar.
En cuanto al fondo, entendemos que las fiestas han de ser un punto de encuentro de los vecinos, un conjunto de actividades donde el que lo desee pueda participar sin molestar al resto. Mayores, familias, niños y por supuesto también jóvenes, deben tener su lugar, pero nos parece que se piensa más en la comodidad y beneplácito de estos últimos que en la del resto de vecinos, desde la ubicación a los eventos.
Las actividades no deberían incluir eventos que colapsen el municipio con la asistencia masiva de población foránea, principalmente jóvenes en busca de diversión, generando situaciones de inseguridad que acaben en reyertas a altas horas de la mañana.
Se debe perder el miedo a consultar a los vecinos que es lo que realmente les gusta que se haga en las fiestas, se ofrecen actividades que no son del gusto de demasiadas personas, y otra más tradicionales, como pueda ser la suelta de vaquillas, se dejan al azar de lo que los licitadores quieran ofrecer como mejoras. A la “Comisión de Fiestas” se lleva todo cerrado y sin margen de cambio.
En cuanto a la forma, el lugar elegido es básico, después de la celebración de las fiestas en diversos lugares del municipio, el “Recinto Ferial” era el lugar más adecuado que se había encontrado, allí se han celebrado las fiestas en los últimos años, incluso a principios de esta legislatura. Un lugar más accesible para los vecinos que el aparcamiento del polideportivo, y a nuestro juicio mejor iluminado, abierto y seguro que el fondo de saco oscuro del aparcamiento del polideportivo. Las razones argumentadas sobre la falta de seguridad del “Recinto Ferial” se contradicen con la realidad que demuestra que no se han registrado allí incidentes de seguridad relevantes. A principios de legislatura se invirtió para dejar el “Recinto Ferial” vallado y se debería haber seguido invirtiendo en su mejora, creando una segunda salida y dotándole de energía y servicios higiénicos permanentes. En su lugar se ha apostado por invertir en vallar el aparcamiento del polideportivo, lejano y poco útil para celebrar otros eventos alternativos.
Finalmente, gastar 500.000€ en unas fiestas, que duran cinco días al año, no nos parece compatible con pasar los 360 días restantes conviviendo con socavones e inseguridad por falta de inversiones en infraestructuras y plantilla en la policía local.
