Por todos es sabido que desde hace más de 20 años GESERAL, es la empresa municipal que presta los principales servicios públicos de Algete, limpieza de calles, zonas verdes y edificios públicos, jardinería, mantenimiento del alumbrado público, logística de los eventos municipales, etc.
Sin embargo, su rendimiento nunca ha sido el esperado debido fundamentalmente a que su gestión ha estado politizada desde sus orígenes, respondiendo en muchos casos más a intereses particulares del equipo de gobierno de turno, que a una política planificada para prestar dichos servicios públicos con los mayores estándares de calidad posibles.
A comienzos de la presente legislatura se cesó al anterior gerente de GESERAL, elegido a dedo por el PP, y se realizó un concurso fruto del cual se eligió con transparencia a un candidato de entre los más de mil que optaron al puesto. Dicho Gerente ha durado poco más de un año en el cargo pese a que ha puesto orden en las cuentas y el gasto habitual, llegando a tener incluso un pequeño superávit.
Sin embargo, se ha despedido a dicho gerente y sus responsabilidades han vuelto a recaer en personas ligadas de forma directa o indirecta a los partidos políticos que forman el actual equipo de gobierno. Con esta actuación volvemos a la habitual politización de GESERAL.
Tras más de dos años en los que el partido líder del actual equipo de gobierno, el PSOE, ha llevado el timón de GESERAL, este es el resultado: la maquinaria rota y obsoleta que heredaron no ha sido sustituida y es la que sigue dando servicio, (pero en peores condiciones), sigue habiendo falta de herramientas, descontrol del material y duplicidad en los encargos, entre otros.
Pese al esfuerzo de los trabajadores de GESERAL por prestar el mejor servicio posible cada día, deben hacerlo en precarias condiciones sin poder desplazarse a los lugares de trabajo, sin herramientas adecuadas etc debiendo soportar además, que los responsables del momento mantengan en los puestos de responsabilidad a nivel interno a sus allegados, alienando a los trabajadores de la empresa más preparados, solo por tener una voz crítica con el desastre imperante.
Las malas condiciones de trabajo alimentan el circulo vicioso en el que se encuentra GESERAL, con los resultados conocidos, baja eficacia en sus servicios, y un personal cada día más desmoralizado que ha amenazado con organizar una huelga varias veces en lo que va de legislatura.
GESERAL, cómo empresa pública, no tiene que obtener beneficios y por ello puede dedicar ese margen a prestar mejores servicios. Sin embargo, su politización solo ha conseguido que muchos vecinos se encuentren cada día más insatisfechos con los servicios que presta.
Cristina Expósito de Frutos
Carlos Pérez Achiaga